AISLAMIENTO VS SUEÑO

No es ninguna novedad, la crisis del COVID-19 ha venido a modificar nuestras rutinas diarias, y el descanso no es la excepción. En algunos casos, la situación actual está descontrolando los hábitos que usualmente teníamos en nuestra vida diaria. La población en general está teniendo serios problemas para dormir, despertando en la madrugada y alterando su día a día.

PERO, ¿POR QUÉ NOS ESTÁ PASANDO ESTO?

Existen varios mecanismos fisiológicos que coordinan el ciclo del sueño y el insomnio, y que marcan el momento de irnos a dormir, así como la calidad de nuestro sueño. El sistema nervioso simpático es el que regula las funciones relacionadas con el estado de alerta, también conocidas como las “hormonas del estrés”, éstas nos preparan para reaccionar rápidamente ante situaciones que nos resultan peligrosas, amenazantes o de riesgo, como por ejemplo, perder un ser querido, quedarse repentinamente sin ingresos, o temer contagiarse del virus, entre muchas otras situaciones.

QUÉ PODEMOS HACER PARA DORMIR MEJOR

  • Sigue con tus rutinas: Es necesario llevar un ritmo de vida regular manteniendo estables los horarios de sueño y comidas. Seguir un patrón previo al descanso, como cenar y acostarse siempre a la misma hora, es muy importante. Repetir los mismos pasos ayuda a que el cuerpo interprete que ha llegado el momento de dormir.
  • Toma el Sol: La luz del Sol, además de proporcionarte vitamina D, te ayudará a sincronizar el reloj biológico y favorecerá el descanso nocturno.
  • Haz ejercicio: La actividad física es muy importante, no solo para cansarse, sino porque contribuye a nuestro bienestar general; el ejercicio es sano y nos ayuda a sentirnos mejor.
  • Cena ligero: Intenta no comer azúcares o alimentos que te den energía a la hora de dormir.
  • Medita: Para calmar el estrés puedes meditar, escuchar música relajante, utilizar aceites esenciales o leer un libro antes de dormir.
  • Apaga todas las pantallas: Crea un ambiente de descanso en tu cuarto con una temperatura adecuada, poco ruido y alejado de las luces.

Aunque parezca difícil, es necesario tomar las riendas de nuestros hábitos de sueño en estos momentos de aislamiento social, necesitamos aprender a cuidar nuestro cuerpo y sus necesidades para encontrar un sano equilibrio tanto físico como emocional.